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martes, 30 de septiembre de 2008

Los pacientes esperan entre 24 y 48 horas para que los atienda su médico


Los trabajadores de los ambulatorios de la zona insisten en que en la actualidad no hay listas de espera


Autor: La Voz de Galicia



La atención primaria en la Costa da Morte continúa siendo el quebradero de cabeza de muchos vecinos. En todos los sentidos. Para poder acudir al médico hay que pasar por una serie de pasos que le quitan a muchos pacientes las ganas de pasar por consulta. Primero, es preciso pedir cita . Esta tarea que puede parecer sencilla puede convertirse en un auténtico suplicio. Ayer, La Voz realizó una ronda por 21 ambulatorios de la comarca para comprobar si existen listas de espera. Y, aunque en la actualidad los centros de salud están bastante liberados, la conclusión a la que se puede llegar es que los enfermos se desesperan cada vez que necesitan asistencia sanitaria. Así, los pacientes se ven en la obligación de tener que esperar entre 24 y 48 horas para ser atendidos por un facultativo. Eso, si las cosas van bien y si no hay lista de espera.
Las nuevas tecnologías tampoco han llegado a los centros de salud. Muchos facultativos, los que más suerte tienen, poseen ordenadores de lo más desfasados lo que les impide poder archivas las historias clínicas, consecuencia que provoca que los historiales estén guardados en algunos casos en cajas de cartón. Siguiendo esta línea, contactar con la persona que reparte las citas es tarea imposible. Si no comunican, nadie coge el teléfono o, de repente, suena un pitido capaz de dejar sin tímpano al interlocutor. ¿El motivo? La ausencia de medios provoca que muchos aparatos cumplan la función de teléfono y fax. Sucede, pro ejemplo, en el consultorio de Caión en donde ayer se hizo imposible contactar con algún profesional de este centro. Continuando con la ronda de llamadas, uno se encuentra con que no puede conectar con algunos ambulatorios pues carecen de servicio telefónico, como le sucede al consultorio de Buño que, por ser provisional desde por lo menos ocho años, está en condiciones infrahumanas. No en vano, muchos vecinos ya desisten en pedir cita telefónica y optan por acudir personalmente al recinto.
Saturación de los PAC
Además de lo difícil de solicitar vez con el médico correspondiente y de las deficientes instalaciones, la sanidad de la comarca sufre otras dolencias. Hermindo Martínez, responsable del área sanitaria de la comarca en UGT denuncia que, en la actualidad, los puntos de atención continuada (PAC) se encuentran saturados por consultas innecesarias. «El problema es grande. Cuando una persona quiere ver a su médico y no le dan la cita en el día lo que hacer es pedirla igual para el siguiente. Después, llega la tarde y se viene al PAC, en donde se le atiende a pesar de no ser una urgencia pues no podemos denegar la atención a nadie. Por si esto no fuera poco, el usuario en cuestión acude a su cita al día siguiente. ¿La conclusión? Pues que hay gente, incluso, que ni conoce a su médico. Los vecinos hacen mal uso de las urgencias», explicó Martínez.
Otras de las dolencias de la atención primaria tiene que ver con el número de especialistas. Los pediatras presentan los principales problemas. En Fisterra no hay un médico infantil, aunque se ha conseguido que por las tardes facultativos de Baio, Vimianzo y Dumbría se trasladen hasta la capital del municipio para hacer revisiones a menores. También se ha firmado un convenio por el cual los menores de tres años pueden recibir asistencia en el hospital Virxe da Xunqueira de Cee.
Falta de espacio
Vimianzo es uno de los centros de salud mejor dotados pero aún así le falta espacio para ampliar sus prestaciones. En la actualidad el edificio no puede albergar un recinto para fisioterapeutas pues no queda sitio para ubicar el nuevo departamento.
Otra de las quejas de los usuarios tiene que ver con la falta de servicios como el de ontología. Ahora, solo Cee y Carballo pueden prestar este servicio. «Queremos que haya más dentistas y más fisioterapeutas pero ni hay dinero ni espacio para ubicar los nuevos equipos. Así, al final salen perjudicados tanto los usuarios como los profesionales», explicó el representante sindical.