"Me ofrecieron una bañera; la matrona bajó la luz, encendió una velas y me atusó el pelo (...) me ofreció zumos, agua, me dio masajes en la cintura y me ayudó a sentarme en la pelota para que llevase mejor el dolor". Mercedes Melero describe el parto de su hijo Jacobo en el hospital de O Salnés como el tránsito a una nueva dimensión.
Como ella, María Benasach, Marta Rocha, Ana Bernández, Marisela Simón y otras muchas mujeres de distintos puntos de Galicia recuerdan con la misma intensidad su parto en el último año en O Salnés: sin sueros, sin epidural, sin episiotomía. En el agua templada de la bañera de una cálida habitación de hospital. A veces el parto acabó en cesárea, pero el sentimiento de las madres es inequívoco: "Me sentí poderosa, tranquila, segura... No sentí miedo ni dolor". "Les pedí que no vistiesen al bebé, y yo tampoco quise camisón. Dormimos así, dándonos calor las dos y amor los tres", cuenta Marta su experiencia.
El hospital de O Salnés fue designado por el Ministerio de Sanidad como piloto para la estrategia del parto normal de baja intervención impulsado por el Gobierno en 2007 y basado en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sólo Cataluña y Andalucía cuentan con centros de este tipo. La Xunta bipartita inició inmediatamente un proceso similar, dentro del Plan de Atención á Saúde da Muller, y dotó para el parto natural a este hospital y a los de Cee y Ourense. Pero el de Vilagarcía fue el único gallego acreditado por la OMS y Unicef como "Amigo de los niños". "Nos costó conseguirlo", sostienen las matronas. Ahora, la Consellería de Sanidade se replantea el servicio. "No se suprimirá, pero se reducirá su ámbito de referencia", explican fuentes de este departamento de la Xunta que considera que al realizar una oferta tan amplia (es centro de referencia para toda Galicia e incluso atiende a mujeres de León) se dispara la demanda "y aumenta el gasto, aunque esto no es lo determinante".
Según datos de la consellería, el hospital de O Salnés-Pontevedra atendió el pasado año 636 partos de los que 64 fueron "humanizados" y, de ellos, 50 de fuera de la comarca de Arousa y Pontevedra. Y entre enero y junio de 2009 este hospital asistió a 345 parturientas de las que 55 eran de fuera del área de referencia: todas las que optaron por el parto "humanizado".
"Si seguimos promocionando este servicio los partos de fuera superarán a los de la comarca y será caótico", justifican desde Sanidade, mientras aseguran que "no se recortará la plantilla de matronas", una decena en este momento. Sostienen que el hospital se convertirá en centro de formación no docente (de prácticas) para las profesionales de otros puntos de Galicia.
Sin embargo, ni usuarias, ni matronas, ni la asociación O parto é noso dan crédito a esta propuesta. "¿Pero con quién van a hacer prácticas si reducen los partos naturales?", se pregunta la portavoz de O parto é noso Nuria Otero. "¿Cuántas mujeres van a parir de esta manera en Vilagarcía?". Otero está convencida de que, con esta medida, la Xunta está "vulnerando el principio de igualdad del usuario". "Si eres de Vigo, o de Corcubión, o de Ferrol no tendrás opción para elegir un parto humanizado; sin embargo puedes optar a él si eres de O Salnés, de Cee o de Ourense: es discriminatorio".
Las matronas reconocen que en O Salnés aumenta el número de mujeres que acuden a dar a luz de otras áreas sanitarias: 81 entre mayo de 2008 y abril de 2009. Matronas, médicos y usuarias enumeran como ventajas del parto humanizado la baja medicalización, la atención individualizada -las mujeres firman un documento en el que se recogen sus preferencias-, la duración en función del ritmo de cada mujer, la posición -la mayoría opta por dar a luz en vertical- y la mucho más rápida recuperación. "Lo que será caro y llevará a su inutilidad es mantenerlo para cuatro mujeres del área de referencia", insiste Otero.
Autor y enlace: El Pais.Com